La marcha de la Generación Z terminó convertida en pleito de cachavotos, mientras la 4T presume control desde el micrófono. Entre asesinatos de políticos locales, foros exprés de la Ley General de Aguas y maniobras rumbo a 2027, el Gran Gurú repasa los tropiezos que el gobierno intenta esconder bajo el relato oficial.
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De entrada, el Gran Gurú ve a la marcha juvenil convertida en pleito de cachavotos.
Mientras tanto, la 4T compite por el relato y pierde la calle.
Porque el morenista Ricardo Monreal descalifica la movilización como desfile de partidos cachavotos, pero admite que la inseguridad, la extorsión y la corrupción son innegables.
Sin embargo, la narrativa oficial minimiza a la Generación Z, mientras imágenes de gas, granaderos y detenciones siguen circulando por redes.
A pocos días del asesinato de Carlos Manzo en Uruapan, la violencia política volvió a encender focos rojos.
Porque ejecutaron a la regidora Karina Díaz en Palizada, Campeche, y horas después mataron al excandidato Pedro González en San Andrés Tuxtla, Veracruz.
Cada nueva cruz en el panteón municipal desmiente el optimismo presidencial y recuerda que el país sigue partido entre discursos y balazos.
Y, como si faltaran ironías, los partidos tradicionales se disfrazan de Generación Z.
El priista Alejandro Moreno presume su “equipo jurídico” para los jóvenes detenidos.
A la par, la panista Kenia López ofrece su oficina como buzón de quejas y propuestas.
Sin embargo, los chicos les dijeron clarito: “No se cuelguen del movimiento”.
Además, Morena ya encontró su propia coartada.
La dirigente Luisa María Alcalde exhibe el contrato millonario del joven Edson Andrade con el PAN y acusa una protesta empaquetada desde la oposición.
Así, entre bots y contratos, todos lucran con la rabia juvenil mientras nadie se atreve a responder, en serio, el reclamo por la seguridad.
Por ejemplo, en San Lázaro arrancaron los foros de la nueva Ley General de Aguas en modo “consulta exprés”.
Mesas simultáneas, listas llenas y minutos contados por participante dibujan más simulación que diálogo.
Sin embargo, productores, activistas y especialistas advierten que las reformas facilitan nuevas concesiones a bancos y empresas, sin corregir abusos en el uso del agua.
Al mismo tiempo, en la SCJN y los tribunales electorales también truena la política.
Ministras se gritan por la Ley de Víctimas y magistrados locales ruegan no desaparecer con la próxima reforma.
Y, en Nuevo León, el emecista Luis Donaldo Colosio tantea una alianza MC–PAN para 2027.
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Mientras tanto, la dirigencia panista nacional finge dignidad con su discurso de “no más alianzas”.
Al final, mandan los números, no los sermones.
En Ciudad Universitaria, la UNAM reparte doctorados y la 4T ocupa primeras filas con funcionarios y hasta la madre de la Presidenta.
Y, por cierto, la juventud toma nota y guarda cada agravio en la memoria colectiva.
Al final, entre cachavotos, foros exprés, balas y doctorados, el Gran Gurú ve lo de siempre: gobierno obsesionado con el relato y país exigiendo hechos.
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