Entre crisis endémicas, el magnicidio de Carlos Manzo y la represión a la generación Z, los partidos políticos pierden legitimidad mientras el Movimiento del Sombrero encarna la búsqueda de nuevas alternativas.
Diálogos en el Infierno | Opinión
Por José Zenteno
Columnistas
Política Gurú
México vive muchas crisis que con el tiempo dejaron de ser coyunturales y se han convertido en endémicas. La crisis de seguridad, el estancamiento económico y la corrupción de la clase política son las más evidentes e importantes, aunque no las únicas. Los ciudadanos llevan décadas buscando alternativas en partidos políticos tradicionales y emergentes; han empoderado a líderes excéntricos de derecha y de izquierda, a líderes de corte conservador o progresista, algunos con estilo de héroe de película, y últimamente a una mujer científica.
La realidad empeora a pesar de los cambios de estilo y de partido, los discursos y las buenas intenciones. Los mexicanos se sienten abandonados, sometidos a una clase política que en esencia se comporta de la misma manera; miente, roba, engaña y se colude con intereses obscuros.
La gente está enojada, al menos una parte significativa de la población. En nuestra última encuesta levantada en la zona metropolitana de Puebla pudimos constatarlo. Preguntamos sobre el asesinato de Carlos Manzo, su Movimiento del Sombrero y la marcha de la generación Z.
El magnicidio caló hondo, impactó en la sociedad poblana. De entrada, el 64 por ciento califica a Carlos Manzo como un buen líder, mientras que solo el 4 por ciento dice que era un mal líder; el resto no pudo opinar o no lo conoce.
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Cerca del 80 por ciento de los entrevistados se enteró del homicidio del presidente municipal de Uruapan, Michoacán. Entre los que se enteraron del magnicidio, el 39 por ciento considera que Claudia Sheinbaum fue culpable del asesinato debido a que no ayudó a Carlos Manzo a enfrentar a los criminales, contra el 13 por ciento que considera culpable a Manzo por haber enfrentado solo a esas organizaciones. Un 19 por ciento cree que ni Sheinbaum ni Manzo son culpables, el 15 por ciento dice que ambos y otro 15 por ciento no sabe.
Movimiento del Sombrero
Luego preguntamos: ¿Quién cree que mató a Carlos Manzo, algún grupo del crimen organizado que opera en Uruapan o algún político de Morena a quien Manzo le incomodaba? El 34 por ciento señaló a un grupo criminal, el 20 por ciento a un político de MORENA, el 22 por ciento respondió de manera espontánea que ambos, un 6 por ciento contestó “otros” y el 18 por ciento no supo qué decir.
El 51 por ciento dijo sentirse enojado por el homicidio de Carlos Manzo, el 48 por ciento declaró sentirse indiferente y el 1 por ciento respondió “feliz”. Este indicador demuestra los 2 grandes tipos de mexicanos en que se divide la sociedad actual. Los indiferentes, que en el fondo son apáticos, se sienten derrotados ante una realidad que creen imposible de cambiar. Enfrente están los enojados, quienes se resisten a aceptar el deterioro del país y continúan buscando alternativas. Tristemente, encontramos una pequeña proporción de cínicos, entre los que podrían estar criminales y otro tipo de gente nociva para la sociedad.
También preguntamos: ¿Usted está a favor o en contra del “Movimiento del Sombrero” creado por Carlos Manzo como alternativa a los partidos políticos? El 38 por ciento dijo estar a favor, el 8 por ciento en contra; el resto no lo conoce o no contestó.
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Por lo que hace a la marcha de la generación Z, el 68 por ciento se enteró de que se llevó a cabo. Luego exploramos sobre la legitimidad de la causa que motivó a la marcha y preguntamos: ¿Usted apoya la inconformidad ciudadana ante la violencia y la inseguridad o cree que hay que apoyar al gobierno? El 58 por ciento apoya la inconformidad ciudadana; solo el 17 por ciento dice que hay que apoyar al gobierno.
Y sobre la represión de la policía, preguntamos: ¿Usted cree que el gobierno ordenó la represión en contra de los manifestantes o que el gobierno respeta la inconformidad social? El 42 por ciento cree que el gobierno reprimió a los integrantes de la marcha, contra el 24 por ciento que cree que el gobierno respeta la inconformidad social.
La mala noticia para los partidos actuales, incluido el oficial, es que ninguno tiene 38 por ciento de opinión favorable, simpatía o intención de voto. El Movimiento del Sombrero sí lo tiene.
El verdadero tigre es esa parte de insatisfechos que se resisten a someterse y a aceptar que el destino de México son las crisis ocasionadas por una clase política decadente. Ese tigre anda suelto y en busca de alternativas.
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