El robo de combustible a Pemex aumenta un 33% en el primer semestre de 2025

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A pesar de los esfuerzos implementados por Petróleos Mexicanos (Pemex) para combatir el robo de combustibles, los resultados siguen siendo preocupantes. En el primer semestre de 2025, la empresa registró pérdidas de 7,650 millones de pesos debido al robo de hidrocarburos, lo que representa un aumento del 33% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Este dato es alarmante, ya que refleja un incremento de 1,900 millones de pesos en las pérdidas sufridas por Pemex.

Según un análisis realizado por el Observatorio Ciudadano de Energía, los robos de combustibles continúan afectando de manera significativa las finanzas de Pemex. En el mismo semestre de 2024, las pérdidas ascendieron a 5,740 millones de pesos, mientras que en 2023, fueron de 5,893 millones. Aunque Pemex ha implementado diversas medidas para frenar este fenómeno, como el fortalecimiento de su infraestructura de seguridad, la realidad es que estas acciones aún no han mostrado mejoras duraderas.

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Pemex ha señalado que sus operaciones están expuestas a riesgos derivados de actividades criminales, tales como el robo, desvío y manipulación de petróleo crudo, gas natural y productos refinados en el sistema de ductos. Los robos de combustible se realizan principalmente mediante tomas clandestinas en los ductos, lo que ha provocado incendios, explosiones y otros daños materiales y ambientales. A su vez, estos incidentes han generado un considerable daño humano, con la pérdida de vidas y lesiones.

Las acciones conjuntas entre Pemex y el Gobierno federal no han logrado reducir el mercado ilícito de combustibles de manera efectiva. En 2024, se detectaron 11,774 tomas ilícitas, mientras que en 2023 fueron 14,890. Esto refleja una persistencia del problema a pesar de los esfuerzos por erradicarlo. Además, el informe financiero de Pemex advierte sobre la posibilidad de que algunos empleados puedan estar involucrados en el mercado ilegal de combustibles, lo que agrava la situación.

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La empresa también enfrenta otros riesgos, como actos de sabotaje, terrorismo y piratería internacional, los cuales pueden afectar la producción, el procesamiento y el transporte de hidrocarburos. Cualquier incidente de este tipo no solo afecta a la seguridad de las personas, sino que también genera pérdidas económicas considerables, ya que requiere de costosos trabajos de limpieza, reparación y recuperación. Pemex ha enfatizado que las instalaciones petroleras están constantemente expuestas a estos riesgos, los cuales podrían afectar la estabilidad financiera de la empresa y su capacidad para seguir operando con normalidad. A pesar de los esfuerzos, la lucha contra el robo de combustibles sigue siendo una de las principales prioridades de Pemex.

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