El robo de crudo en México alcanza cifras alarmantes

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El robo de crudo en México ha experimentado un notable incremento en los últimos años, alcanzando el 6 % de la producción total del país, según un análisis del Observatorio Ciudadano de Energía. En 2010, el robo representaba solo un 2 % de la producción, una cifra que se ha triplicado, con una afectación directa a la industria petrolera nacional.

En términos de volumen, la producción de crudo en México en 2008 fue de 2.5 millones de barriles diarios, de los cuales 52 mil barriles se destinaban al robo. Sin embargo, en 2023 la producción cayó a 1.76 millones de barriles, mientras que el robo aumentó a 109 mil barriles diarios. Este fenómeno ha sido constante en las últimas décadas, fluctuando entre 57 mil y 60 mil barriles diarios.

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Pemex, la empresa estatal encargada de la producción de crudo, ha perdido alrededor de 25.5 mil millones de dólares debido a esta actividad ilícita. Solo el año pasado, la petrolera sufrió una afectación directa de 2.79 mil millones de dólares.

Uno de los picos más bajos en el robo de crudo ocurrió en 2017, cuando la tasa se redujo a solo 0.4 % de la producción. A pesar de ello, en 2023, los robos aumentaron nuevamente debido a los métodos cada vez más sofisticados utilizados por los criminales.

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Los cárteles de la droga son responsables de gran parte de esta actividad ilícita, y su modus operandi incluye sobornos a empleados de Pemex, perforaciones ilegales en oleoductos y amenazas a los trabajadores. Además, el producto robado es contrabandeado hacia Estados Unidos y vendido como crudo WTI a empresas de países como Japón, India y Sudáfrica.

El robo de crudo sigue siendo una de las principales fuentes de pérdida para Pemex y el gobierno mexicano. La tendencia alcista de este fenómeno pone en evidencia la necesidad de una mayor seguridad en los oleoductos y almacenamientos, así como una cooperación más estrecha entre las autoridades locales e internacionales para frenar este delito.

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