Acércate, discípulo: yo vi el expediente, la ambición y el humo… y ninguno era incienso.
El Gran Gurú
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Política Gurú
Bajé de la montaña, porque en México el humo no siempre es ritual puro; a veces es aviso de incendio electoral.
En Chihuahua, la FGR azotó el expediente: acusa a César Duarte y, de paso, suelta la bomba contra Maru Campos.
Dicen que ella estaba en una “nómina secreta” y que habría recibido 10 millones de pesos. Sin embargo, en público no enseñan el papel.
Por eso la pregunta no es jurídica, es política: ¿quién gana cuando el señalamiento cae justo antes de que el reloj grite 2027?
La respuesta guiña guinda: Morena avanza con ventaja narrativa, mientras la gobernadora queda obligada a explicar la sombra.
Y, casualmente, quien más se mueve es Andrea Chávez, del círculo de Adán Augusto López, con paso de campaña y discurso de “gestión”.
Así, el expediente funciona como volante: no sentencia, pero desgasta. Y en elecciones el desgaste cuenta como votos invisibles.
Mientras tanto, en Nuevo León quieren cocinar la Ley Mariana. El nombre ya suena a “beneficio” con firma de pareja.
El plan empuja que solo mujeres compitan por la gubernatura y por varias alcaldías rumbo a 2027. La paridad es seria; el uso, no siempre.
Porque el sueño de Samuel García es público: que Mariana Rodríguez herede el estado como si fuera bien conyugal, con foto y moño.
Al mismo tiempo, recuerdan que ella perdió Monterrey. Pero aquí la derrota se maquilla: se pierde una alcaldía para ganar una candidatura.
En la región se vende el “giro a la derecha” como espantapájaros; sirve para exigir disciplina y tapar silencios incómodos.
Ahora, cambiemos de incienso a vapor: hubo posada VIP de Morena en Coyoacán, con lista corta y ego largo.
La organizó Gabriela Jiménez y, dicen, varios que votaron prohibir vapeadores fueron vistos vapeando, como si la ley fuera para otros.
Y sí, ajustaron la reforma para no perseguir consumidores. Sin embargo, la escena dejó la postal: moral pública, vicio privado.
En San Lázaro cruje la reforma electoral: algunos morenistas piden más foros antes de empujar un periodo extraordinario.
¿Prudencia democrática o freno táctico? Porque, mientras se “consulta”, el 2027 se acerca y el modelo se cocina sin cámaras.
En otro rincón, el vocero Arturo Ávila se lanzó en X contra Margarita Zavala y pidió “milagro” para encarcelar a Felipe Calderón.
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La respuesta fue simple: milagro no, decisión. Si controlas poderes, solo falta voluntad, y esa nunca la regaló AMLO.
Hablando de maquinaria, en librerías el libro Grandeza aparece “agotado”. Casualmente, Adán Augusto López repartió 17 mil ejemplares.
Por eso hablan de “acarreo librero”, sobre todo porque el libro de Claudia Sheinbaum sigue ahí, esperando lectores sin empujón.
Luego, Pedro Haces activó la defensa: replicó el deslinde de Omar García Harfuch sobre El Limones y se sumó Sergio Gutiérrez Luna.
Ese apoyo sí se ve, y se mide: cuando la narrativa se monta en minutos, es porque el riesgo se calcula en horas.
En toga y aula, sorprendió la invitación de la Universidad de Texas a Lenia Batres para explicar la reforma judicial.
Dicen que su discurso fue convincente. Sin embargo, convencer en Austin no disipa la duda: ¿reforma o captura con aplausos?
Del lado azul, el PAN de Jorge Romero vende “autoritarismo” como hilo conductor: agua, prohibiciones y centralización como paquete.
Finalmente, mi bola de cristal mostró un contraste: Fátima Bosch volvió como reina y habló de mentoría y educación emocional.
Hogar, dulce hogar. Pero en política el aplauso es préstamo: hoy ovacionan, mañana cobran. Y yo advierto: 2027 no perdona ingenuos.
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