Harfuch gana terreno en la FGR y Palacio pisa el freno en el caso Casar: ¿quién controla al que investiga?

La FGR se reestructura y el área que vigila a los propios fiscales cambia de manos, mientras el caso Casar se enfría tras un giro judicial.

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En la FGR se está jugando una partida que casi nadie ve completa. Y, sin embargo, esa jugada termina impactando al ciudadano común cuando denuncia, cuando busca justicia o cuando se topa con un Ministerio Público que “se mueve” según el viento político.

Por un lado, la llegada de Ernestina Godoy fue vendida como “nueva etapa”, pero también como alineamiento: en su primera sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, habló de coordinación total con el gabinete de seguridad donde pesa Omar García Harfuch. Eso suena eficiente; además, suena a que la Fiscalía se integrará más a la estrategia del gobierno. El problema es el de siempre: ¿coordinación o subordinación?

Luego aparece el movimiento fino: el área que vigila a los propios fiscales. Aquí conviene separar conceptos, porque se mezclan adrede. El Órgano Interno de Control (el que vigila recursos y responsabilidades administrativas) ya tiene titular designado por diputados desde septiembre de 2025. En cambio, lo que hoy se reacomoda es la Fiscalía Especializada de Asuntos Internos, donde se investigan conductas de personal ministerial y se abren expedientes delicados.

Y justo ahí se informó que este lunes 15 de diciembre se formaliza la salida de Adriana Campos López. La propia prensa reportó que esa fiscalía tenía más de 1,500 indagatorias abiertas. Si el “control interno” cambia de manos, cambia también el ritmo: qué se acelera, qué se congela y qué se archiva.

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En paralelo, el caso María Amparo Casar se volvió una bomba reputacional para el gobierno. La FGR sostuvo que no actúa por “consigna” y que el asunto se judicializó desde septiembre, no “por encargo” reciente. Pero el daño político ya estaba hecho: la narrativa de persecución prende rápido, aquí y afuera.

Además, la historia dio otro giro hoy: una jueza canceló la audiencia inicial prevista para el 16 de diciembre y devolvió la solicitud para que el caso siga el cauce procesal correspondiente. Es decir: no se apaga el expediente, pero sí se enfría el momento mediático.

El ciudadano común debería leer esto así: cuando la justicia se vuelve tablero de ajedrez, la regla implícita es simple. Los de arriba mueven piezas; los de abajo pagan tiempos, costos y silencios.

Control interno FGR

Fuente: LPO México.