La crisis de pagos de Pemex no solo es un problema financiero. También abrió una disputa silenciosa por el control del eje energético-fiscal de la 4T, donde Lázaro Cárdenas Batel busca influir a cambio de asumir la dirección de la petrolera.
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La deuda de Pemex con sus acreedores volvió a encender focos rojos para el gobierno de Claudia Sheinbaum.
Y, de paso, reactivó la grilla dentro del Gabinete.
La presidenta reconoció los atrasos y prometió un plan de pagos por etapas.
Sin embargo, ese anuncio solo calmó parcialmente a proveedores, calificadoras y mercados.
Además, en Palacio se admite que el diseño fiscal y financiero ha sido limitado.
Ahí entran las críticas al actual director de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla.
Mientras tanto, en los pasillos de la 4T se habla de un enroque mayor.
El protagonista sería Lázaro Cárdenas Batel, hoy jefe de la Oficina de Presidencia.
De acuerdo con versiones internas, a Lázaro le volvieron a ofrecer la dirección de Petróleos Mexicanos.
Pero esta vez llegaría con condiciones muy claras.
Por un lado, busca que la Secretaría de Hacienda deje de mandar señales contradictorias hacia la petrolera.
Por eso pone en la mesa el nombre de Luz Elena González.
Para él, el perfil de Edgar Amador no garantiza la coordinación fina entre finanzas públicas y la empresa productiva del Estado.
Y la crisis de pagos lo exhibe.
Además, Lázaro habría pedido un relevo en la Secretaría de Energía, con alguien “más amigable” para negociar con inversionistas y contratistas.
El reacomodo sería completo.
En paralelo, sobre la mesa reaparece un expediente incómodo: el caso Odebrecht en Michoacán.
Ese archivo ya había frenado antes las aspiraciones del exgobernador.
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De acuerdo con documentos de la Procuraduría de Brasil, la constructora brasileña repartió sobornos ligados a una obra en Michoacán.
Y ese capítulo todavía pesa políticamente.
Aun así, en la 4T se considera que el costo de sostener la crisis de Pemex puede ser mayor.
Por eso se exploran rutas para destrabar pagos y recuperar credibilidad.
Si Lázaro Cárdenas Batel llegara a Pemex y Luz Elena González a Hacienda, el eje energético-fiscal se reordenaría por completo.
Falta ver si Sheinbaum toma ese riesgo.
Por lo pronto, proveedores, acreedores y opositores siguen mirando el tablero muy de cerca y con creciente nerviosismo.
Lo que se decida en estas semanas marcará el rumbo de la petrolera insignia de México.
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