El Paquete Fiscal 2026 de la SHCP eleva la recaudación, pero mantiene débil el crecimiento. Además, prioriza programas sociales, amplía déficit y refuerza a Pemex.

Michel Chaín
Columnista
Política Gurú
En tiempo y forma, el Gobierno Federal, a través de la SHCP, presentó el paquete económico 2026.[1] En términos generales, y me refiero al 90% de la gente que conozco desde que tengo memoria, a la mayoría de las y los mexicanos les da toda la flojera del mundo profundizar en el “paquete fiscal”y es de esas noticias que, en caso de escuchar sobre ella, prefieren obviar.
Como el liberal que soy, estoy de acuerdo con que la gente profundice en aquellas noticias que le interesen y tengan la libertad de dejar pasar las que no. ¡Salvo que, en este caso, es un gravísimo error no “asomarse” a la información presentada por Hacienda y Crédito Público! No lo digo desde el prurito snob de lo que una buena ciudadana o un buen ciudadano “debe hacer”. ¡Todo lo contrario! Lo digo porque, más allá de si les gusta la política, la economía o las finanzas, el paquete económico es de las poquísimas oportunidades que tenemos, como ciudadanas/os, de saber qué demonios piensa hacer el gobierno (el que sea, del partido que sea y de la corriente ideológica que gusten y manden) con el dinero que le damos. En ese sentido, y dado que “duele el codo” al pagar impuestos, así sea el ISR en las declaraciones ante el SAT o el IVA cuando compramos algo en cualquier tiendita, es importante informarse, siempre exigir y pedir cuentas.
Dado todo lo anterior, y parodiando por enésima vez a los “espagueti western” de Sergio Leone, les comparto:
Lo bueno.
Sin duda, el SAT y la capacidad que han tenido los gobiernos de MORENA y partidos satélites para, sin hacer una reforma fiscal como tal, a base de hacer ajustes sobre los conceptos de ingresos ya existentes y “endureciendo la pierna”, particularmente con los grandes contribuyentes, han incrementado importan de los recursos de los que dispone el Gobierno y para 2026 Hacienda presupuesta una recaudación para el Gobierno Federal equivalentes al 22% del PIB, cuando históricamente ha sido del orden del 12%. De hecho, junto con el aumento al salario mínimo, me parece uno de los aciertos claros de la 4T en términos económicos. ¿Esto significa que, como país, ya la hicimos? Definitivamente no. Si bien la recaudación es un logro hecho y derecho, todavía estamos muy lejos del 27.8% que se recauda en Argentina, el 32% de Brasil o el promedio de los países de la OCDE (de la México forma parte) y que alcanza el 33.9%[2]. Adicionalmente, hay muchas áreas en las que aún se puede “apretar la pierna” para recaudar aún más, como es el ahora evidente ejemplo de nuestras aduanas.
Lo malo.
Si bien el crecimiento económico está presente en las conferencias mañaneras de Presidencia, no termina de pintar en los documentos de política económica ni en ésta. Para comenzar, y como sucede cada año, las perspectivas de crecimiento del PIB en el paquete fiscal 2026 pecan de optimistas para buena parte de las y los analistas económicos; sin embargo, en la medida que sobredimensionar el crecimiento económico es algo recurrente, el mercado lo anticipa y asimila por lo que, para efectos del análisis, se le puede obviar. Lo que sí llama la atención es que, después de décadas en los que muchas y muchos de que quienes hoy están en cargos públicos criticaron tanto a gobiernos como a los planteamientos que consideraron “neoliberales” por no romper la barrera del 2%[1] de crecimiento promedio anual PIB; a pesar de aquellas críticas, ahora que les toca gobernar resulta que en el mandato del expresidente López Obrador el PIB únicamente creció 1% promedio anual[2][3]; por su parte, la expectativa para el primer año de la presidenta Sheinbaum es de un crecimiento de apenas el 0.6% en 2025[4] y, en la primera proyección que realiza su administración, las de los CGPE 2026, sólo en el mejor escenario posible, se alcanzaría el mentado 2%. Eso sí, nada de esto logra ser un tema de interés para el oficialismo en los medios.
Consecuencia tanto del punto anterior como del éxito obtenido en términos de combate a la pobreza y su rentabilidad electoral, el paquete económico 2026 apuesta por profundizar la política social basada en transferencias directas (becas), como se observa en el aumento presupuestal a la Secretaría del Bienestar, que contará con una propuesta presupuestal de $66,792 millones de pesos y un estimado del 3% del PIB para programas sociales. Sin embargo, y más allá de los esfuerzos para que ni PEMEX ni las obras faraónicas del sexenio pasado colapsen, no se identifica un esfuerzo presupuestal decidido y transversal para que el Gobierno Federal invierta en más infraestructura productiva, en darle mantenimiento mayor a la existente o impulsar la competitividad del país, pese el aumento de 1% del PIB en la proyección del gasto público, una deuda pública del orden del 52.3% del PIB y un déficit gubernamental del 4.1% del PIB en 2026.
Si bien los resultados de reducción del número de personas en situación de pobreza en el país me parecen no sólo el mayor logro de los gobiernos cuatroteístas, sino un motivo de alegría y satisfacción para cualquier mexicana/o con un mínimo de empatía, no me ciego ante el riesgo de ponerlos en un pedestal e impedir sistémicamente cualquier modificación, actualización, adecuación o mejora a las políticas que se supone los generaron. Lo anterior es especialmente riesgoso en la actualidad mexicana, dado que ya comenzó el proceso de envejecimiento de la pirámide poblacional mexicana[5], lo que significa que cada año habrá más mexicanas y mexicanos demandando las transferencias (becas) a las que constitucionalmente tendrán derecho, pero el dinero en manos del Gobierno Federal para cubrirlas no habrá crecido tanto, ni tan rápido, como la demanda por becas.
Por un lado, en la medida que no cierre la diferencia entre sus ingresos y sus gastos, seguirá contratando deuda y, en consecuencia, tendrá que dedicar montos crecientes para pagarla, reduciendo el dinero disponible para becas; asimismo, de no lograr que la economía crezca más en el futuro inmediato, cada vez va a ser más complicado recaudar suficientes recursos, y de manera oportuna, para poder pagar a un número creciente de derechohabientes de los apoyos, provocando que se dejen de pagar al 100% las becas o, opte por seguirse endeudando, lo que podría precipitar las ahora estables finanzas públicas mexicanas a una crisis de liquidez. Dicho de otra manera, en la medida que haya más mexicanas y mexicanos entrando a la tercera edad y demandado los apoyos que constitucionalmente les corresponden, ya no será suficiente con distribuir mejor y de manera más equitativa el pastel: se necesitará de un pastel más grande, pero no vemos al Gobierno Federal invirtiendo en los ingredientes correctos, ni en los montos adecuados, para prepararlo.
Lo feo
Creo que el honor le corresponde a Petróleos Mexicanos. Si bien, tanto a nivel subjetivo como al del análisis de la realidad nacional, la soberanía del país me parece importante -en especial, dada la potencia del Gobierno de los EE.UU. y el enfoque que el presidente Trump le está dando- no veo cómo ésta va a salir fortalecida de que el Gobierno Federal nos quite $780,862 millones de pesos a las mexicanas y mexicanos (7.7% más respecto a lo presupuestado en 2025)[1], que podrían ser utilizados para más escuelas, hospitales, medicinas, infraestructura, policías o lo que ustedes gusten y manden y, en su lugar, se los de a PEMEX para que lidie, por ÚNICAMENTE UN AÑO MÁS, con las deudas e ineficiencias que ha acumulado por décadas (y a las que se suman las de Dos Bocas). Si aún es válido que la soberanía reside primigeniamente en el pueblo, tampoco veo cómo las ciudadanas y ciudadanos que componemos a ese “pueblo”, nos beneficiamos con una empresa pública que, en lugar de generar recursos para que el país y nuestras expectativas mejoren, hay que estarle metiendo casi un billón de pesos cada año, nada más para que no deje de funcionar.
Paquete fiscal 2026
[1] El PAQUETE ECONÓMICO es la propuesta de política económica que le presenta el Poder Ejecutivo al Judicial para su revisión, modificación y eventual aprobación. Tradicionalmente, está conformado por la Iniciativa de Ley de Ingresos, el Proyecto de Presupuesto de Egresos y los Criterios Generales de Política Económica (CGPE)
[2] OCDE et al. (2025); “Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe 2025”; OCDE Publihing, Paris, https://doi.org/10.1787/f0bee3b4-es
[1] Calva, J. L. (2019). “La economía mexicana en su laberinto neoliberal”. El Trimestre Económico, 86(343), 579–622. https://doi.org/10.20430/ete.v86i343.921
[2] Gámez, Mario et al. (2024); “AMLO: lo bueno, lo malo y lo feo del sexenio”; El CEO; 3 de octubre de 2024; https://elceo.com/economia/amlo-lo-bueno-lo-malo-y-lo-feo-del-sexenio/
[3] Saldivar, Belén. “Sexenio de AMLO con uno de los promedios de crecimiento más bajos”. El Economista; 25 de septiembre de 2024; actualizado el 26 de septiembre de 2024. https://www.eleconomista.com.mx/economia/sexenio-amlo-promedios-crecimiento-bajos-20240925-727457.html
[4] SWISSINFO (2025). “México ajusta a 0,6 % el crecimiento del PIB en el segundo trimestre de 2025”, 22 de agosto de 2025. https://www.swissinfo.ch/spa/méxico-ajusta-a-0%2C6-%25-el-crecimiento-del-pib-en-el-segundo-trimestre-de-2025/89880052
[5] Lugo García, Ma. Guadalupe (2023). “México, oficialmente un país envejecido”, Gaceta UNAM, 28 de agosto de 2023. https://www.gaceta.unam.mx/mexico-oficialmente-un-pais-envejecido
[1] GLOBAL ENERGY (2025). “Gobierno proyecta 780 mil mdp para Pemex en presupuesto 2026”; Global Energy, 10 de septiembre de 2025. https://globalenergy.mx/noticias/gobierno-proyecta-780-mil-mdp-para-pemex-en-presupuesto-2026/
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