Imágenes de Alejandro Armenta abordando un jet privado en Teterboro encendieron la conversación. Aunque el Gobierno de Puebla alegó un viaje familiar, las preguntas siguen en pista.
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Alejandro Armenta volvió al centro del debate. Fue captado abordando un jet privado en Estados Unidos, junto a esposa e hija, según imágenes de Etcétera.
La foto habría sido tomada en Teterboro, Nueva Jersey, el miércoles pasado. Ahí, el morenista habría abordado un Learjet 60 XA-IBC rumbo a Puebla.
FlightAware señala que el vuelo salió 7:49 pm y aterrizó 10:25 pm. Además, se calculan 3,500 kilómetros de recorrido entre ambos puntos.
Según Etcétera, el avión pertenece a Aero JL y se renta en $3,700 por hora. Con ese dato, el viaje rondaría $18,500, aproximadamente.
Al tipo de cambio actual, serían cerca de 347,615 pesos. Aunque no hay factura pública, el costo estimado encendió preguntas sobre transparencia y prioridades.
Hubo además otra señal. Desde el 6 de octubre no se registraban apariciones públicas del gobernador. Entonces, crecieron especulaciones sobre su agenda y destino.
Ante la presión, Samuel Aguilar Pala, secretario de Gobernación, dijo que Armenta estaba en Phoenix, en conferencia de semiconductores. Incluso, anticipó “buenas noticias” para Puebla.
Sin embargo, la narrativa cambió después. Tras la publicación de Etcétera, el Gobierno de Puebla justificó el viaje a Estados Unidos por un asunto familiar.
Según el posicionamiento oficial, el mandatario acompañó a un familiar hospitalizado en Nueva Jersey. Además, aclararon que no se usaron recursos públicos para el traslado.
El contraste encendió el debate. Porque, aunque la emergencia familiar conmueve, persisten dudas: ¿quién pagó el jet privado y por qué se informó tarde?
Asimismo, elegir un Learjet 60 contrasta con la austeridad de la 4T. Sin embargo, el gobierno insiste: no hubo gasto público.
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En paralelo, Gerardo Fernández Noroña fue grabado descendiendo de otro jet privado en Piedras Negras. Entonces, la conversación sobre congruencia se amplificó.
Porque, más allá de colores, la ciudadanía exige reglas claras. Y, sobre todo, reportes puntuales cuando el tema involucra viajes, discrecionalidad y mensajes contradictorios.
Al final, Armenta deberá despejar la ruta: costos, motivos y permisos. Mientras tanto, el escrutinio seguirá, porque la confianza pública no viaja en automático.
Además, quedan pendientes horarios, licencias y bitácoras del vuelo.
Porque transparencia no es un eslogan: es rendición de cuentas en tiempo.
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