El Gabinete de Seguridad sacó pecho con una reducción de 37 % en los homicidios dolosos bajo Claudia Sheinbaum. Pero, más allá de la cifra, la pregunta incómoda sigue ahí: ¿México realmente es un país más seguro o solo uno con mejores gráficos?
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El Gabinete de Seguridad salió a presumir una cifra histórica: 37 % menos homicidios dolosos bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum.
Según Marcela Figueroa, noviembre tuvo el nivel más bajo de homicidios y hay 32 asesinatos menos cada día en el país.
Sobre el papel suena espectacular. Sin embargo, conviene preguntarse si el país es más seguro o luce mejor en gráficos.
Las cifras parten de un nivel altísimo heredado de la 4T de AMLO, y descansan en registros oficiales con cifra negra.
Al mismo tiempo, siete estados concentran buena parte de los asesinatos, con Guanajuato, Zacatecas o Quintana Roo todavía marcados por la violencia cotidiana.
El propio gobierno reconoce que, aunque bajan homicidios, delitos como la extorsión siguen golpeando a comercios, transportistas y familias en todo el país.
En esa narrativa de éxito, Omar García Harfuch presume cero impunidad: más de 38 mil detenidos, laboratorios destruidos y toneladas de droga asegurada.
Pero la gente no mide seguridad en toneladas incautadas, sino en si puede salir sin miedo a quedar atrapada en un tiroteo.
Además, los grandes golpes al narco suelen reciclarse: cae un jefe, otro ocupa su lugar y el territorio permanece en disputa permanente.
El Plan Michoacán por la Paz es ejemplo. Hay 972 detenidos y 23 toneladas de droga, pero la población sigue viviendo entre balaceras.
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También preocupa el foco en las cárceles. Doce penales concentran la mayoría de las llamadas de extorsión; el gobierno promete bloquear señal hasta 2026.
En teoría suena bien, aunque el crimen organizado suele ir un paso adelante y ya opera fuera de prisión y de la vista oficial.
En paralelo, la percepción de inseguridad permanece alta y las desapariciones ni siquiera entran en este festejo de cifras de homicidios dolosos.
Por eso, aunque el avance es real, sería irresponsable cantar victoria. Menos homicidios no equivale todavía a un México en paz.
Más que discursos triunfalistas, el país necesita datos abiertos, evaluación independiente y seguimiento ciudadano que no dependa de la versión oficial.
Con información presentada por Omar García Harfuch y Marcela Figueroa en la conferencia de seguridad de este martes en Palacio Nacional.
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