La figura de Omar García Harfuch crece en Morena por resultados en seguridad, pero Los Puros piden señales de lealtad política y defensa explícita de la 4T.
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Omar García Harfuch consolida presencia en la sucesión 2030, pero Los Puros siguen midiendo su lealtad a la 4T.
Morena reconoce logros en seguridad y coordinación con Estados Unidos. Sin embargo, cuestiona la falta de defensa contundente del legado de AMLO.
Además, su estilo es sobrio y técnico. Ha sido interpretado como frialdad por sectores duros del movimiento.
Asimismo, pesa la sombra del verano. No obstante, versiones sobre “golpes” a Andy López Beltrán, Mario Delgado o Ricardo Monreal siguen sin confirmarse.
Desde agosto, tras una reunión con Andrés Manuel, el secretario no lo ha mencionado. Fue notado por el círculo cercano.
En lo operativo, avances puntuales han sido registrados en delitos de alto impacto. Aun así, Los Puros piden narrativa política, no solo cifras.
Por otra parte, su interlocución con Washington suma puntos a la agenda bilateral. Aun así, despierta recelo en sectores celosos de soberanía.
Además, en el tablero de 2027 se proyecta su desembarco a la Secretaría de Gobernación. Esa jugada ampliaría el radio de operación.
Sin embargo, el cálculo trae riesgos. Se teme que su operación territorial beneficie a pares más allá de la 4T.
De cara a diecisiete gubernaturas, su músculo podría inclinar contiendas. Aunque, para la base dura, primero debe afirmar pertenencia ideológica.
Por ello, una ruta mínima es clarificar compromisos: defensa de AMLO, cohesión con Los Puros y límites de su relación con EE.UU.
Igualmente, debería blindar su relato frente a sospechas heredadas de pasados conflictos de narcotráfico y corrupción ajenos a su gestión.
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En paralelo, conviene institucionalizar resultados: coordinación con fiscalías, métricas auditables y seguimiento ciudadano permanente y real a la SSPC.
Así, los avances no serán percibidos como coyunturales. Serán vistos como política de Estado, más allá de nombres y coyunturas.
En síntesis, García Harfuch crece por eficacia técnica. Pero su futuro en Morena dependerá de traducir resultados en identidad de proyecto.
Por ahora, su figura estabiliza la agenda de seguridad. Aunque, sin un gesto hacia Los Puros, el respaldo seguirá condicionado.
Finalmente, si aspira al 2030, necesitará algo más que números. También deberá emocionar a la militancia y cerrar flancos internos.
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