Crecen homicidios y crimen organizado durante la gestión de Adán Augusto y Bermúdez en Tabasco

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Durante el sexenio de Adán Augusto López Hernández como gobernador de Tabasco, y con Hernán Bermúdez al frente de la Secretaría de Seguridad, los índices delictivos se dispararon.

En comparación con la gestión anterior, liderada por Arturo Núñez, los homicidios dolosos aumentaron de forma significativa. Entre 2013 y 2018, se registraron mil 744 asesinatos. Sin embargo, durante el periodo de 2019 a 2024, bajo el mandato de López y su sucesor Carlos Merino, la cifra se elevó a 3 mil 198.

Esto representa un incremento del 83 % en muertes violentas. Pero los homicidios no fueron el único delito en alza. También crecieron las extorsiones, desapariciones forzadas y los enfrentamientos armados.

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Hernán Bermúdez, quien fue designado por López Hernández en diciembre de 2019 como titular de la seguridad estatal, ahora es buscado por la Interpol en más de 90 países. Las acusaciones en su contra incluyen presuntos vínculos con el crimen organizado.

Cabe señalar que Bermúdez ya había sido detenido en 2006 por la entonces SIEDO. Se le vinculó con la ejecución del empresario Ponciano Vázquez, aunque fue liberado días después.

A pesar de ese antecedente, fue nombrado secretario de Seguridad Pública sin enfrentar mayores objeciones. Durante su gestión, diversos informes, incluidos los filtrados por Guacamaya Leaks y documentos de la Sedena, lo señalaron como cabecilla de “La Barredora”, una red criminal vinculada a delitos como extorsión, tráfico de combustible, personas y drogas.

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La ex candidata del PAN-PRI al gobierno estatal, Lorena Beaurregard, criticó que las autoridades hayan ignorado las señales. Consideró injustificable el respaldo político otorgado a Bermúdez.

“Es inverosímil que digan que desconocían esos antecedentes. Lo respaldaron públicamente, y eso tuvo consecuencias graves para la población”, declaró. Actualmente, Tabasco enfrenta un clima de violencia persistente. Las ejecuciones se han vuelto un fenómeno diario. La falta de acción oportuna y las decisiones políticas cuestionables han abonado al deterioro de la seguridad en la entidad.

Adán