Entre llamados a la austeridad, Claudia Sheinbaum encara casos incómodos: lujos, jets y explicaciones de Andy López Beltrán, Adán Augusto, Noroña y Armenta.
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Claudia Sheinbaum sabe que los lujos exponen a Morena. Por eso pidió austeridad y mesura. Sin embargo, varios perfiles de alto nivel han ignorado llamados.
En mayo envió carta: nada de frivolidad, consumismo ni ambición. Tampoco aviones privados, séquitos de camionetas ni restaurantes. Morena es humildad, recordó a su base.
Pero los focos se acumulan: Andy López Beltrán, Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña y Alejandro Armenta han protagonizado episodios que contradicen el discurso oficial.
Andy López Beltrán pasó de operador discreto a figura estridente. Investigaciones señalan presunto tráfico de influencias, huachicol fiscal y viajes internacionales que irritan a la base.
En julio, su viaje a Japón desató críticas. Se le vio en un hotel lujoso. Aclaró el vuelo comercial y el hospedaje “de 8 mil” por noche allá.
Entonces, Sheinbaum reiteró el mensaje: austeridad y prudencia. Dijo que, al final, el pueblo juzga. La frase pegó porque retrata una exigencia creciente en Morena.
Además, se documentó su gusto por Japón. Un amigo, Diego Jiménez Labora, estrenó propiedad en ANNEX. Yayoi Kusama apareció con una obra importada por él.
Adán Augusto López tampoco se salva. Investigaciones pusieron bajo lupa su patrimonio millonario. Y, peor, la incongruencia frente al lema “primero los pobres” escaló políticamente.
En septiembre, NMás reportó 79 millones recibidos entre 2023 y 2024, presuntamente omitidos en su declaración. Las acusaciones de opacidad crecieron y encendieron el tablero político.
Después, Adán Augusto admitió ingresos por herencias, honorarios notariales, arrendamientos y negocios. Sheinbaum dijo que debía aclarar. Sin embargo, las dudas no cedieron en Morena.
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Además, pesan vínculos: Hernán Bermúdez Requena, ligado a La Barredora; y Saúl Vera, asociado a huachicol fiscal, quien impulsó aspiraciones en 2022 y 2023 políticas.
Gerardo Fernández Noroña también exhibió contradicciones. Usó un avión privado rumbo a Coahuila. Dijo que pagó Ricardo Salinas Pliego, pero este lo desmintió elevando la polémica.
Asimismo, se le señalan vuelos en business y primera. Y compró una casa en Tepoztlán, valuada en 12 millones, mediante préstamo. Maneja Volvo, arriba del millón.
Alejandro Armenta fue captado en Teterboro descendiendo de Learjet 60. Su oficina alegó emergencia familiar y recursos privados. Aun así, el contraste con la austeridad persiste.
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