Del acomodo de Andy y Adán a la tregua en San Lázaro, la nueva Corte y el pulso PAN–Morena por la Mesa Directiva. Señales sobran; certezas, pocas.
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Nos cuentan que Andy López Beltrán y Adán Augusto no olieron zona VIP en el informe. Además, el acomodo mostró distancia calculada. Así, ambos quedaron lejos del círculo caliente.
Así, Palacio Nacional envió un mensaje para quienes confunden cercanía con control.
También la UNAM volvió a Palacio. De hecho, el rector Leonardo Lomelí fue ubicado con los nuevos ministros; gesto de deshielo academia-Presidencia.
Mientras tanto, en San Lázaro hubo paz exprés. Para variar, la Mesa Directiva quedó atorada dos días, pero Rosa Icela Rodríguez entregó informe sin sobresaltos.
En el Poder Judicial arrancó la era Hugo Aguilar. Con ritos simbólicos, más de 800 juzgadores fueron investidos en bloque y prometieron imparcialidad.
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Asimismo, el Órgano de Administración Judicial ya se instaló. Entonces, vienen reacomodos de nómina, mudanzas discretas y control fino desde los nuevos despachos.
Sobre gasolina, la narrativa oficial repite que no hay desabasto. Aun así, varias entidades reportaron retrasos; así nace la “psicosis” entre filas interminables.
Y en el ring legislativo, Alito hizo ruido suficiente para opacar protocolos. Mientras, Noroña capitaliza el golpe político con su sello personal.
Además, en el PRI aparecieron señales de contención. De momento, las expulsiones quedaron en pausa, y Dulce María Sauri gana aire frente a viejos rencores.
En salud, Sheinbaum presumió hospitales nuevos y quirófanos rehabilitados. Luego, vendrán los CECI del IMSS para cerrar el círculo de cuidados básicos.
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Ahora, el nuevo pulso está en San Lázaro: Morena definiría hoy a qué perfil del PAN respaldará para presidir la Mesa Directiva.
Anoche, Elías Lixa anticipó optimismo tras un diálogo respetuoso; mientras, los morenistas fueron citados a una reunión privada a las 10:00.
No se descarta humo blanco. A cambio, el PAN respetó el acuerdo: entrega tersa del informe y silencio en los pasillos.
Incluso, Morena logró otra exigencia: durante la ceremonia solemne de la nueva Corte, un panista no quedó junto a la presidenta Sheinbaum.
Cumplidos los caprichos, vendrá la moneda al aire: Kenia López Rabadán, Margarita Zavala, Federico Döring o Germán Martínez podrían tomar el mazo cameral.
En resumen, el primer informe tuvo coreografía milimétrica. Sin embargo, las señales son claras: cercanías frías, pactos incómodos y un tablero que exige traducción constante.
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