
Claro y Conciso
Alberto Castelazo
Política Gurú
La “austeridad republicana” es una de las banderas más repetidas por Morena desde su fundación. Sin embargo, esa narrativa se desploma cada día.
Pese al llamado reciente de Claudia Sheinbaum para reforzar el compromiso con la sobriedad gubernamental, muchos dentro de la 4T han ignorado por completo su mensaje.
Lo que vemos en la práctica no es un movimiento austero, sino una élite política que disfruta de lujos, privilegios y excesos con total impunidad.
Desde relojes de lujo hasta viajes en jets privados, pasando por mansiones millonarias, los ejemplos abundan. Veamos algunos de los más indignantes.
Pedro Haces, diputado federal, celebró su cumpleaños con una fastuosa fiesta en uno de los hoteles más caros de la Ciudad de México.
El Hotel St. Regis, sede del evento, ofrece habitaciones de hasta 16 mil pesos la noche, sin desayuno. Así se entiende la “humildad” que predican.
En el Estado de México, la síndica de Morena Leylany Arce fue detenida en una camioneta Suburban blindada, con placas presuntamente falsas.
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Lejos de ofrecer explicaciones claras, la funcionaria optó por victimizarse y acusar persecución política por parte del PAN local. Una vieja táctica.
Además, fue exhibida en redes sociales por posar en jets privados, autos de lujo y tiendas exclusivas. Su justificación: antes era influencer.
Baja California no se queda atrás. Marina del Pilar fue captada portando sandalias Gucci de más de 21 mil pesos. Todo un ejemplo de austeridad.
Peor aún, se le relacionó con una mansión en San Diego valuada en 4.5 millones de dólares. Aunque lo negó, el dueño es un empresario cercano.
También sorprende Raquel Buenrostro, titular de la Secretaría Anticorrupción, quien declaró ingresos anuales por 11 millones de pesos.
Además, reportó la compra de un departamento de 9.4 millones, supuestamente con su sueldo como funcionaria pública. ¿Quién le cree?
Gerardo Fernández Noroña, por su parte, insiste en aparentar sencillez, pero viaja frecuentemente en primera clase y helicópteros privados.
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Incluso fue fotografiado en Estrasburgo, Francia, en business class, con cargo parcial al Senado. El resto, según él, lo pagó de su bolsa.
Por si fuera poco, pasó Año Nuevo en Nueva Orleans y transmite desde salas VIP, siempre defendiendo su estilo de vida frente a las críticas.
Américo Villarreal Jr., delegado del Bienestar en Coahuila, también ha sido señalado por volar en jet privado cada dos días durante meses.
El gasto estimado supera el millón de pesos. ¿Con qué justificación viaja tanto un funcionario dedicado a programas sociales?
Ricardo Monreal, coordinador de Morena en San Lázaro, tampoco es ajeno al lujo. Usa helicópteros con regularidad, incluso para ir al Edomex.
Y, como cereza del pastel, varios morenistas han sido captados usando relojes Rolex, entre ellos Marcelo Ebrard y Félix Salgado Macedonio.
Todo esto contradice la carta enviada por Sheinbaum a los militantes de Morena, donde pide no caer en el consumismo ni la ambición del poder.
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“La parafernalia del poder es del pasado de corrupción y privilegios”, escribió. Pero sus correligionarios parecen no haberla leído.
En el mismo texto, Sheinbaum también condena los viajes internacionales pagados con recursos públicos. Noroña, nuevamente, no obedeció.
Viajó a Roma en junio para un foro interreligioso y a Estrasburgo en marzo para una conferencia parlamentaria europea. Y no fue gratis.
Aunque insistió que solo pagó la diferencia para viajar cómodo, el costo total del boleto superó los 150 mil pesos. ¿Eso es humildad?
Andrés Manuel López Obrador definió la austeridad como una política de Estado. Pero hoy es solo un discurso vacío que ya nadie respeta.
“No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, decía. Pero su legado hoy se sostiene en políticos ricos y un pueblo cada vez más empobrecido.
Lo más alarmante no es el gasto en sí, sino la hipocresía. Predican el sacrificio popular mientras se sirven con la cuchara grande.
La 4T prometió acabar con los abusos, pero solo ha cambiado de protagonistas. El poder no los transformó; ellos transformaron el poder en privilegio.
Y mientras Morena pierde autoridad moral, el pueblo sigue esperando la justicia social prometida. Pero los relojes y los jets no esperan.
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